Yo sé que es duro desafiar el corazón cuando se ciega y se encapricha en un querer y que es en vano matar con reflexión todo el sentir del hombre o la mujer. Yo me formé en la escuela del dolor y ante la vida también supe reír una y mil veces herido por amor, una y mil veces también por ser feliz... Qué fácil es decir dejála, qué fácil es decir que es mala: Pero es preciso saber si es que ha sabido querer y que te grite: Olvídala! Porque la eterna cuestión es que el pobre corazón la quiere buena, traidora, mala, fiel o pecadora, aunque sea su perdición! El que hoy se ríe de tí por un amor vive arrastrando su carga de pesar. Mañana puede sufrir, puede llorar, o ser mendigo también de una pasión. Por eso es vano alardear tanto valor de ser muy hombre o sentirse muy mujer porque es inútil luchar contra el amor que es una fuerza imposible de vencer. Qué fácil es decir.... (Se repite)