De todas las valentias, que el coraje supo darme, confieso mi cobardia, nunca quise enamorarme, tuve miedo al metejon, que pagaran con traición, la fe que se da por nada, no quise que al corazón, le hicieran falsa jugada. !Miedo!, tuve miedo de encontrarla, !miedo!, de rendirme o de llorarla, !miedo!, de entregarme maniatado, implorante y humillado, !miedo!, al despertar de un sueño absurdo, con la desazon de aquel que mira, marchitarse la mentira, de una ilusión. Apareciste en mi vida, disfrazada de verdad, y en la prisión de tus ojos, encerre mi libertad, para que sirvio el error, de creer en el amor, y endiosar una quimera, hoy me dejaste, estoy ciego, y en la calle es primavera, hoy me dejaste, estoy ciego, y en la calle es primavera.