Una verdad viene a estrellarse contra mí, como avalancha empuja devastándome. En mi sombrero escondo mi debilidad, se me vació el aliento a la mitad. Con dos billetes a la felicidad, me quedé solo en la estación, y el tren ya se va. El sol está sudando manchándome de un amarillo llanto de palidez. Bórrame los dedos dibujándote la cara amor. Mi mano en el contorno de tu cara amor. Tu risa en mi camisa despintándome. Dejarme sí, borrarme no. Te llevaste media vida contigo, me prendiste en la solapa y dejaste el abrigo, me metiste en un bolsillo y me caí en la ciudad, en plena calle a una hora fatal. Yo tenía una sola libertad, esa palabra ahora es nombre de avenida en que país seré una calle o un cartel en que caricia me robaste la piel. Júrame que el tiempo te podrá sacar de mí, que la pasión de hoy será pronto un recuerdo más. Júrame, bórrame, júrame...