Prohiben la luna llena y el sol de pasos ardientes el lucero ya naciente y su ventana serena. Le prohiben la palabra al pasado y al futuro; nos quieren a todos puros sin ninguna escarapela. ¡Prohibida la vihuela! ¡Es el colmo que no dejen entrar a la Chabela! Entra el arroyo en el río y el río en el mar huraño, entra el día todo el año por la puerta del rocío sin que nadie se dé cuenta y casi sin hacer ruido entra el pájaro en el nido. El otoño y su acuarela entra en la hoja que vuela. ¡Es el colmo que no dejen entrar a la Chabela! Dejan entrar el ladrón y al zorro contrabandista pero no a los folkloristas ¡esos no tienen perdón! Entra el señor senador con dinero en la maleta. Entra la vieja alcahueta el pillo en su carretela y el chiquillo con viruela ¡Es el colmo que no dejen entrar a la Chabela! Entra el tomillo en el palo y el clavo en el agujero entra al cielo el justiciero y al infierno el que fue malo va entrando el invierno en julio y en enero es el verano al bolsillo entra la mano pero aunque mucho nos duela no entra la Chabe y su hijuela ¡Es el colmo que no dejen entrar a la Chabela! Entra el hombre en la mujer cuando hay enamoramiento y se arman los casamientos de entrar y entrar y no ver los peligros de la cosa porque entrar es muy bonito hasta que llega el hijito y crece la parentela. ¡Entren todos con cautela! ¡Es el colmo que no dejen entrar a la Chabela! Entra el político cierto de la Unidad Popular y no han parado de entrar los músicos de concierto. Dejan entrar a la dama con abrigo de visón entra todo un orfeón y en medio, la corruptela de piojos y sanguijuelas ¡Es el colmo que no dejen entrar a la Chabela! Entran en Viña del Mar los magnates al casino la cebolla entra en el pino y los peces en el mar. Una vez que el odio ha entrado no se lo puede sacar si no es con el verbo amar que se conjuga en la escuela de la patria que consuela. ¡Es el colmo que no dejen entrar a la Chabela!