Oigo el rumor de cajones y tambores, de mar a mar, por los ríos interiores; viene del Sur y del golfo allá en el Norte, su repicar, su llamado al horizonte. Quiero escuchar el sonido de los bosques y despertar en la libertad del monte; reconocer, en el suelo americano, la claridad del camino más lejano. Amar la luz nueva de este mundo amor que decide verso y rumbo. Blanca la flor que despierta en nuestro día, Negra la voz que ilumina la alegría, Indio el color que asegura el sentimiento de la verdad que Mestizo es nuestro tiempo.