Te diré, entre tú y yo, que me dan miedo las tormentas, que ahora sé que una se acerca y que en el cielo hubo un temblor. Y solo pienso en escapar, esto se ha puesto muy feo, tuve un juicio contra reo y sé que me condenarán. Desde La Lloca hasta El Musel te busqué y no te encontraba y cuando nos vimos las caras tú me buscabas también. Y ahora que sigues aquí cómo no vas a cansarte si de miércoles a martes ya estoy harto yo de mí. Me decías "lo que media entre tú y tu soledad, es un trecho que no puedo abarcar". Yo le preguntaba al cielo sin disimular el miedo: ¿cómo voy a vivir cuando te canses de mí?. Cuando te canses de mí. Y qué más da si esto es el fin, yo trato de matar el tiempo y entretanto lo que el tiempo intentará es matarme a mí. Y estas líneas, ya lo ves, son lo más desesperado para tenerte a mi lado que se me ha ocurrido hacer. Y si me dejas que lo intente sólo una vez más, ¿me odiarás secretamente y para siempre jamás? Que hacen falta, ay amor, más de dos vidas enteras para corregir siquiera el más mínimo error. Me decías "lo que media entre tú y tu soledad, es un trecho que no puedo abarcar". Yo le preguntaba al cielo sin disimular mi miedo: ¿cómo voy a vivir cuando te canses de mí? Cuando te canses de mí, ¡ay de mí!