Ven, viento del sur. Ven y hazme fuerte. Ven y líbrame al fin de esta hora al acariciarme. Déjame que decida que la vida fue el único error. Déjame a mi suerte que no hay muerte si no hay también perfección. Y sal, pánico, sal, sal de mi mente. Nadie nos prometió vivir eternamente. Bajo sábanas blancas sé que guardas tu pobre interior, como en una mudanza hacia un sitio que te han prometido mejor. Y es que hoy va a ser la noche más larga del año, y la quiero vivir como si en realidad no tuviera que asistir a su final. Y sal, sal, sangre, sal, sal de mi cuerpo. Sal y vuelve a entrar anegada en venenos. Ahora que nada espero y que no hay nada ya que añorar, Ahora hasta el mismo cielo me acompañará en la cuenta atrás. Y hoy va a ser la noche más larga del año, y la quiero vivir como si en realidad no tuviera, no, que asistir a su final. Y hoy va a ser la noche más larga del año, y la voy a vivir con amor y absurdidad. Ya estoy listo para el más puro final. El más puro final.