Nacha: ¿Y ahora con qué seguimos? Alberto: ¿Te gustaría seguir con la canción del perezoso? Nacha: Hm, ¿Te parece? Alberto: Sí, yo creo que sí Nacha: Bueno, a ver... Todos conocemos gente haragana, que tiene la cabeza en las nubes. Pero hay un animal haragán que tiene los pies en las nubes. Es el perezoso. En realidad, para cantar esta canción, yo tendría que colgarme de los pies, pero estuve probando y me resulta un poco incómodo, así que si ustedes son tan amables y para escucharla se paran sobre sus cabezotas vamos a obtener, más o menos, el mismo efecto. Un perezoso es lo que soy Feliz con migo estoy Vivo una vida llena de paz A mi me gusta vagar Tengo tres dedos en cada pie Lo que hace un total de seis Y frutas y flores para comer Qué hermoso ser perezoso El mundo está lleno de honradez Si se lo ve al revés Aquí las penas son alegrías No existen las caídas Me gusta ver revolotear Las moscas y las polillas E imaginar las maravillas que haría gustoso Si no fuera un perezoso Hubiera inventado el paraguas Y escalado un día el Aconcagua Me habría casado con una alquimista Y sería el más grande de los deportistas Tocar muy bien el clarinete Poner una fábrica de hacer zoquetes Atrapar algún ladrón Ser un faraón Ser un millonario Dirigir un diario Y pintar la Mona Lisa Los domingos ir temprano a misa Escribir las nueve sinfonías en un solo día No es que me falta a mi talento Lo que me falta es tiempo Y paso la vida de rama en rama Los árboles son mi cama Me gusta sentir la languidez De estar colgado de los pies Mientras los castores, siempre apurados Corren para todos lados Yo miro el cielo A través de mis dedos Qué hermoso Ser perezoso