Si el llanto fuera lluvia cuando muere un amor. Si el llanto fuera lluvia cuando pesa el dolor. Sobre la tierra entera, durante treinta noches, las lágrimas amargas derrumbarían las torres. Si el llanto fuera lluvia cuando un niño se muere. Si el llanto fuera lluvia cuando ríen los crueles. Sobre la tierra entera un río gris y helado, de lágrimas amargas, arrollaría el pasado. Si el llanto fuera lluvia cuando mueren los puros. Si el llanto fuera lluvia cuando caen contra el muro. Sobre la tierra habría un diluvio interminable, con lágrimas amargas, de jueces y culpables. Si el llanto fuera lluvia cada vez que la muerte, blandiendo sus espadas, hace trizas la suerte. Sobre la tierra entera no habría nada más que lágrimas amargas de duelo y de azahar.