Muchas veces las palabras significan mucho más. No parecen ser mentira ni parecen ser verdad. Y se dicen muy de prisa o se dicen sin pensar. Van y vienen con la brisa como el agua del mar. Las palabras. El domingo me encadenas a una copa de champán. Pero el lunes no te acuerdas de invitarme a cenar. ¿Qué me importa lo que digas si no lo quiero escuchar? si es tu voz la que acaricia y me hace soñar? Las palabras. Las palabras son tan vanas cuando no se dicen con el corazón. De la nada se disparan. Pero si no tienen alma aunque brillen como el sol que se vayan con el último adiós. ¿Quién te quiere? ¿Quién te extraña? ¿Quién te mira como yo? ¿Quién te lleva a casa un día y otro día y el peor? ¿Quién te llama por teléfono? ¿Quién te canta una canción? ¿Quién te escribe si estás lejos? ¿Quién te habla de amor? Las palabras.