El padre dijo en una ocasión: "No tientes a la suerte, confía en el Señor" Los años han pasado, nena, y ya ves lo que soy, ni rico ni mendigo, ni siquiera un ladrón, tampoco un pobre diablo, solo un hijo de Dios tirado en el camino sin pecado y sin salvación, sin pecado y sin salvación. Oh yeah. Caín o Abel, Moisés o Aarón, hasta el mismo Judas lo tuvo mejor que yo, Caín tenía un arma y Abel, Abel la bendición, pero toda herencia que el padre dejó fue su Biblia gastada y el temor del Señor. Es ligero el equipaje, amigo, de los hijos de Dios. ¡Oh yeah! ¡Oh yeah!, no hay mucho que yo pueda gritar, pero este viejo, triste y solitario blues no me lo podrán arrancar. ¡Oh yeah! ¡Oh yeah!, no hay mucho que yo pueda gritar, pero este viejo, triste y solitario blues no me lo podrán arrancar.