Recuerdo aquella noche, soñé que estaba muerto, recuerdo aquella noche soñé, soñe que estaba muerto, soñé que estaba muerto yo y mi amigo de color, mi amigo piel roja y yo. En el reino de los muertos, el huerto donde invertida crece la flor, el puerto donde te espera quizás quizás quizás tu ultimo amor.. El otro lado de la luz el lado de al lado, el lado helado, el lado alado, el lado crudo de la luz, el lado ludo de la cruz. Todos cuchicheaban todos parloteaban.. urracas parlanchinas, no paraban de hablar.. cuchicheaban.. parloteaban.. urracas.. parlanchines. Seres de traje y corbata con la cola entre las patas, gimiendo, gimiendo, gimiendo: ¿que será de mi? ¿Que haré con todo lo que nunca di, todo lo que escondí de mi? Pero por suerte, por suerte, en el medio de esa muerte, mi amigo piel roja y yo no.. no! No estabamos preocupados por lo de aquellos tarados, sino que.. ¡Para asimilar que estamos en el fin, haganmé una seña en forma de botella de Jim Beam!