Te sigo dando un beso todas las mañanas, Y te saludo cada noche al regresar. Tenemos charlas junto a la ventana, Y fumamos siempre después de cenar. Sigo viviendo con vos en nuestra casa, Pero resulta que vos ya no estás ahí. Y hago el amor con tu fantasma, Para ser feliz me tengo que mentir. Los domingos te despierto al mediodía, Y aunque nunca te tomes el café, Prefiero la locura de tu fantasía, A la cordura de no poderte tener. Te sigo guardando un lugar en nuestra cama, Es un ritual que no puedo resistir, Para que vuelvas si, para que vuelvas si, Para que vuelvas si, para que vuelvas si, Para soñar que nunca te fuiste, Para sentir que todavía estas aquí. De vez en cuando, algún instante de cordura, Me hace pensar y me deja ver, Que recordarte es más que una tortura, Y es imposible que vayas a volver. No tengo miedo, solo es cuestión de tiempo, Porque en el cielo yo te voy a encontrar, Y en una nube te voy a dar un beso, Porque se que todavía vos me amas. En el wisky de la melancolía, Se diluye mi lágrima final, Se confunde la noche con el día, Y la mentira con la realidad.