Vas consumiendo el camino, vas conociendo el percal, vuelves desde el caño al coro y llegas a adivino, sin examen preescolar. Hoy conocí una chiquita, mona o foca daba igual, sólo salió de su boca... me llaman la finita y no soy fina ni ná! Ya puedes imaginarte cómo me lo iba a montar, de no ser porque finita temprano a su casita debería regresar. Está pues la cosa clara ya no te puedes fiar, no era fina sino estrecha y pon otra cerveza que a la próxima será.