Prendió la luz de los faros de su coche. La madrugada los muestra tal cual como son. Un grito feroz atravesó la noche. Ella cayó desmayada sobre el cristal. Sangra como nadie. Como nadie sangra. Y antes de morir sonríe. Como si la puñalada la hiciera feliz. Una vuelta por el centro hace que las horas pasen. Una ciudad aburrida y poco que ver.