¿Con quién me engañan las musas que no encuentro canciones? Y me han dejado sin sonrisa, con nieve en los pantalones. Busqué en las habitaciones donde habitaba la alegría y una hoja en blanco me dijo que ya no regresarían. ¿Con quién se acostarán? No sé. No se dejan comprar, No cobran alquiler. Las busqué en el bar, las busqué en el fondo del cajón, las busqué en el mar de las dudas de mi corazón. Se me hace de día y no aparecen. Me aferro a mi locura, mi voz se rompe. Si las llamo se van, cambian de habitación y me quedo colgado, amigo mal humor. Y si las ves por ahí, Dales mi dirección: Calle soledad, sin vistas al mar, donde nunca pega el sol.