Miro al vacío y me quedo perdido Desconcertado, mirando hacia el pasado No está mi huella en las cumbres que a duras penas alcanzo Y vuelven a resucitar los miedos que ya había vencido No puedo más, concluye esta obra de teatro Cierro el telón, márchense, no vayan a pagar el pato Es cierto, no sé si estoy muerto Pero me siento menos capaz en vida que Cenicienta sin zapato ¿Es de cristal, o de hojalata lo que piso? A estas alturas solo sé que no tengo nada claro Extraño, me conduzco hacia el cardíaco paro Y sin reparos aseguro que no existen los amigos El amor menos, odio a esas sierpes y su veneno Se consume mi cordura bajo esta tormenta sin truenos Y voy sin frenos, pero sin cuestas y parado Detenido y en cólera no me mueve ya ni el viento Intento hacerlo y no me sale Ando cansado, presa de mi cinismo Me encierro en negros sarcóf*gos de hormigón armado Por miedo a doblar la esquina y encontrarme conmigo mismo Mi rosa es negra y de pétalos podridos Consumidos por aquellos tiempos en los que solía ser bestia Lo siento bella, no sé si volveré algún día Me entregaré a esa bruja y al abrazo de su demencia ¿Dónde estoy y dónde quedo? Parezco el silencio Impregnado en todas partes pasando desapercibido En todos sitios, en todo lugar soy un espíritu Grito cegado en la cólera buscando quizá el suicido La penumbra me absorbe por completo Vago entre sombras que son yo multiplicadas al infinito Escrito aquí y allí el epitafio de mi destino Vuelco este cráneo lleno de lágrimas y de emociones hueco Padre tiempo, he venido a confesarme Pues no creo en nada más que en lo que usted predica ¿Me explica usted como sigue caminando este cadaver Que vaga sin rumbo alguno en brazos de su alma extinta? Dios en serio, si existes vete No sé como dejarte claro que no soy ningún juguete Dios, de veras, si existes desaparece Pues parece ser que no entiendes que tu juego no me divierte Por mis conductos fluye el rencor, o vasos de ron Me ahogo en pozos de brea y desbordadas ciénagas de alcohol Obtuso expulso el humo que consumo como cianuro Y el duro mensaje que revela es que dejé de ser yo Mi mira toda esa gente, y qué me pasa ¿Qué puedo decir? Si en la oscuridad me siento como en casa Arrasa con todo me grita una voz invisible Y me contengo para decirles mentiras con mi voz calma Y que me queda, si el tiempo vuela Esas agujas que son cuchillas ya no hay quien las pare Viene oscilando su frío acero aquella calavera Y voy dando pasos de ciego y sordo por su misma calle Mas sigo el rumbo, negra sábana, arrópame Llévame a tu reino, ven, acaríciame Mientras me difumino, hazme desaparecer Anhedonia, hazme desaparecer...