Soy un ser desconocido Espíritu de rostro pálido De latidos cálidos, escuálidos Dueño de mi suerte, mi destino Un dolor me devora inerte Petrificado, mi corazón se halla vencido Bajo el filo de su hoja, sonríe la muerte Pues yazco ante sus pies, rendido Vago ciego entre el gentío Secalla mi voz calma Soy un títere empequeñecido Ensombrecido por su enorme alma Siento como se apaga mi llama Se funde a oscuro negro Con un gris de brillos despiertos Vestidos de cenizas que me hablan Mientras observo el trepidar del tiempo Juego mis dados, desconfiado Barajando cartas de un valor incierto Del color funesto de un humo nefasto Mis párpados cansados Luchan por no cerrarse Mi piel, de tonos maltratados Se pudre bajo sucios vendajes Cada noche visito la luna Sin pasaporte ni equipaje Llegará el día en que no haya vuelta de ese viaje Y duerma con el cosmos y su luz pura No me curan puntos de sutura Solo me sana la luz púrpura Que tenue se desliza entre callejones Arropando la verdad más cruda Anhelo mi lugar ameno Que tiempo atrás fue remanso de paz Que fue corrompido por la tempestad Poblado por bestias, sombras y miedo Ahora vivo entre tormentas De lluvia constante y truenos silenciosos Me siento como en casa en calles desiertas Alejadas del murmullo de un caos ominoso Mi terapia es debatirme inconsciente Entre los versos que compongo Y que pongo en tarros de formol Cuando conformo y conservo mi mente La cordura, como el amor me abandonó Se marchó con su canto estridente Mi inocencia con ello se hundió Mis sentimientos lloran inexistentes... ...en un plano diferente, distinto al nuestro Donde sueño con amaneceres eternos De un sol de seda dorada Agazapada en su halo siniestro Dormito y reposo en lechos de obsidiana De carbón, de mugre, de nocturno cielo Amanezco en octubre y su mañana Pues en mi interior siempre es invierno Me siento extraño y desubicado Emigrante sagaz sin país de origen No nací d eun vientre sino de la efigie De un dios resucitado Creen conocerme y se equivocan Solo juzgan lo que ven Mi cuerpo se desvanecerá al perecer Pero no la prosa que pronuncia mi boca Con Eros patento mi heroicidad Reciprocidad con Tánatos Tanto de que hablar danzando Dando tumbos en el limbo de la ambigüedad El don fraternal de la amistad Apenas puedo dominarlo Mis actos se conjuran sin testigos Pues solo me vigila la soledad Camino encapuchado en la ciudad Creo ser verdugo Me gritan sus muros Alegando que no soy ningún criminal Me miran mal esos cuervos Con su grácil pluma azabache Mientras curvan sus picos maestros Y sus carcajadas cargan sus ataque Mis manos son de un tacto cariñoso Mas me domina el temblor nervioso Nunca pude dar caricias A ese cuerpo que tanto añoro Entre tanto lloro. Entre tanto lloro Me deformo, me veo solo Y aún así me siento bien Pues sé que por triste que se antoje yo soy mi único todo Me abandonó hasta la desesperación El hastío me esclaviza Ya no escucho la canción Del calor, de la vida Extiendo un velo nítido En zig-zag se mueve el tic-tac Me pierdo en cielos místicos Me muevo torpe entre big bangs Soy el maestro de la luz Soy el amo del tapiz añil y azul Las tinieblas me conocen y protegen Soy yo, el tahúr