Mi primo Félix, mi primo más querido, más que mi primo, mi hermano mayor, pues me enseñaste en esta pinche vida un par de huevos no restan corazón, que la nobleza es la mejor divisa, de quien es hombre en un mundo traidor, tú te nos fuiste un triste día de otoño un día de esos en los que va muriendo el sol. Si, como dicen, allí arriba hay un paraiso para los justos, yo a ti te lo imagino igualito igualito que aquella cantina de Veracruz, ¿te ricuerdas? Bien de ron campechano, su orquesta tropical y una pretita chula que suspira por tu amor. Ron campechano, orquesta tropical y una pretita que suspira por tu amor. Cuando del cielo caiga una estela de humo y el que la mira dice que es un avión. Yo le contesto: "ése es mi primo Félix con su pepino, dándole gas al motor". Apártense, angelitos, querubines y hasta San Pedro, que aquí llega mi primo Félix y ése no repeta a seres celestiales, hombre. ¡Ajuya!" Yo les diré: "ése es mi primo Félix con su pepino, dándole gas al motor".