¡Qué bueno ha sido regresar a la cosecha, después que el tiempo mejoró las madrugadas! ¡Qué bueno ha sido el despertar sobre la almohada que soñé cuando el amor y la canción nos esperaban. Hay que cantarle un homenaje a la sonrisa de aquel ancestro soñador que, en la garganta dejó su pétalo mejor, para que hiciera florecer, alguna vez, el corazón y la esperanza. Cantar, cantar, cantar, con la necesidad de la primera vez. Cantar, cantar, cantar, para llegar a ser como una sola voz. Cuando sabe a realidad la maravilla de aventurarse a ser canción y a ser guitarra, late la prisa por amar y el corazón se vuelve un mágico volcán que arranca el grito de esperanza. Cantar, cantar, cantar, con la necesidad de la primera vez. Cantar, cantar, cantar, para llegar a ser como una sola voz. Cantar, cantar, cantar, con la necesidad de la primera vez. Cantar, cantar, cantar, para llegar a ser como una sola voz.