Tiene el andar cansado y a sus espaldas sesenta y tantos años de esperanza. Tiene una casa, verdugo de sus manos y sus espaldas. Cuando amanece el día camina y canta buscando de la tierra en las entrañas, el pan caliente, milagro que realiza cada mañana. Es aprendiz de todo, maestro en nada es poeta a su modo, le gusta el alba y entre sus manos y entre sus manos florecen a escondidas algunas llagas. Tiene cansado el cuerpo, cansada el alma tiene un interrogante sobre su cara tiene un camino tiene un camino le gusta ser amigo de sus amigos. Quiso cambiar su vida, dejar la aldea mas no pasó de ser una quimera, una quimera, que se quedo dormida entre la tierra. Tiene cansado el cuerpo, cansada el alma luce sobre su pecho camisa blanca con su mirada con su mirada me dice que la vida no vale nada.