El mundo fue sólo de los dos y para los dos, su hogar, unas nubes tendidas al sol, en sus miradas amor, en sus repuestas, si y para su dolor un solo fin El se fue, los cabellos pintados de gris. Ella dejó de cuidar las flores del jardín y le decía, ven, tenemos que vivir. Y los muchachos del barrio le llamaban loca y unos hombres vestidos de blanco le dijeron ven. Y ella gritó: "No señor, ya lo ven, yo no estoy loca. Estuve loca ayer, pero fue por amor." Y los muchachos del barrio le llamaban loca. En el hospital en un banco al sol se la puede ver sonreir, consultando su viejo reloj, pensando que ha de venir aquel que se marchó y se llevó con él su corazón. No vendrá, el la espera en sus nubes al sol en ese mundo que ayer tan solo fueron dos, en ese mundo que triunfó el amor. Y los muchachos del barrio le llamaban loca y unos hombres vestidos de blanco le dijeron ven. Y ella gritó: "No señor, ya lo ven, yo no estoy loca. Estuve loca ayer, pero fue por amor." Y los muchachos del barrio le llamaban loca.