Cuando pronuncie tu nombre, la rosa azul de la noche, estrecharé en mi guitarra, tu voz, tu antiguo reproche. Me pedías que me quede, que no tentara al olvido, cuando tu adiós en silencio quedó, me alejó el camino. Pido a la tarde un poema, y ni una copla me da, dolido, mis ojos tristes verán perdidos anhelos, y en esta zamba ausente vendrá tu pañuelo. He recorrido caminos, he desandado senderos, como una copla perdida se irá, mi son guitarrero. Quiero volver en un sueño, hasta mi propia partida, para decirle a mi tierra y a vos, mi ausencia sentida. Pido a la tarde un poema, y ni una copla me da, dolido, mis ojos tristes verán perdidos anhelos, y en esta zamba ausente vendrá tu pañuelo.