No voy a negarte que has marcado estilo, que has patentado un modo de andar sin despeinarte por el agudísimo filo de la navaja de esta hespidita ciudad… sabias hacer turismo al borde del abismo pero creo que de un tiempo a esta parte te has deslizado al lado marrón, tu que eras un maestro en el difícil arte de no mojarte bajo un chaparrón. buscando en la basura un gramo de locura, dime que es falso que ya nunca escribes que has empeñado el reloj de Raquel, que tu corazón no haya quien lo motive, que has perdido siete kilos en un mes, ¿como te has dejado llevar a un callejón sin salida, el mejor dotado de los conductores suicidas? “no es asunto tuyo -me dirás- y punto” pero reconoce que es crudo aceptar que no hay ser humano que le eche una mano a quien no se quiere dejar ayudar, y búscate la vida, en dirección prohibida, pero no impedirás que levante mi vaso a tu mala salud y te invite a brindar, muerta la amistad sabe igual que el fracaso y a los dos nos gusta el verbo fracasar, así que tu ni caso, por no agobiarte paso de hacerte la cuenta de las papelinas, de que no te fíe ni rafa el del pub, de que vendas chapas en ciertas esquinas, de que te conozcan en cada hospital. ¿como te has dejado llevar a un callejón sin salida, el mejor dotado de los conductores suicidas?