Parece, por lo que dicen, Que sigues preparando oposiciones a Carabanchel; Ayer, tu nieta de quince Vio como te sacaban a empujones de un cabaret. Parece Que no eres más aquel carterista De guante blanco y alma de artista… Los buenos tiempos no han de volver, Me han dicho Que con la artrosis de los nudillos Se te resiste más de un bolsillo, Que ya ni cumples con la mujer, Me han dicho Que cada bolso es una odisea, Que una señora en una pelea Te ha puesto un ojo a la virulé. Tú que tenías la más exclusiva clientela, En cada golpe dejabas tu sello de autor; Mientras a salvo reías y contabas las pelas Alguien pasaba gritando "¡al ladrón, al ladrón!". ¡Si no fuera por los pocos Que, haciéndose los locos, apuntalan tu dignidad…! Fingiendo que no se enteran Te dejan que les guindes la cartera, para cenar. Me han dicho Que te revienta que los chavales Olviden que los buenos modales Son esenciales para robar; Tú sabes Que para hacer una buena caja No necesita usar la navaja Un verdadero profesional, Tú siempre Mimaste al pobre a costa del rico; Lo que era un arte -¡mierda de pico!- Está empezando a degenerar. Tú que tenías la más exclusiva clientela, En cada golpe dejabas tu sello de autor; Mientras a salvo reías y contabas las pelas Alguien pasaba gritando "¡al ladrón, al ladrón!".