No conocían el mar Y se les antojó más triste Que en la tele, pájaros de Portugal Sin dirección ni alpiste Ni papeles. Él le dijo vámonos, Dónde le respondió Llorando ella, Lejos del altar mayor, En el velero pobretón De una botella. Despójate del añil Redil del alma de nardo Con camisa. Devuélveme el mes de abril, Se llamaban Abelardo y Eloisa, Arcángeles ba*tardos de la prisa. Alumbraron el amanecer muertos de frío, Se arroparon con la sensatez del desvarío Tuyo y mío de vuelta al hogar, Qué vacío deja la ansiedad. Qué vergüenza tendrán sus papás. Sin alas para volar, Prófugos del instituto, Y de la cama, pájaros de Portugal, Apenas dos minutos Mala fama. Luego la guardia civil Les decomisó el sudor Y la sonrisa, las postales de Estoril Sin posada, sin escudos Y sin visa. Se llamaban Abelardo y Eloisa. Bucearon contra el Everest Y se ahogaron, Nadie les enseño a merecer El amparo de la virgen de la soledad, Qué pequeña es la luz de los faros. Bucearon contra el Everest Y se ahogaron, Nadie les enseño a merecer El amparo de la virgen de la soledad, Qué pequeña es la luz de los faros De quien sueña con la libertad