La familia, los amigos aguardan con impaciencia que por dignidad la saque de la casa con violencia. Apenados me contemplan o sonríen con desprecio. se les nota que sospechan que sé cuanto saben ellos. Y lo sé, lo supe siempre que se acuesta con cualquiera y ellos piensan que, eso, un hombre como o tal, no lo tolera. Pero es simple, toda hembra quiere a hombres diferentes y a diferentes mujeres quiere el hombre, es lo corriente. Qué me importa que en un cuarto otros encuentren amparo siempre y cuando lo precise lo halle desocupado. No renuncio a la delicia de tenerla sugerente en mi cama cada noche por prejuicios de otra gente. La familia, los amigos, me presionan a diario. No me queda otro remedio que mudarme de este barrio.