Amo tu pelo marrón, tus pies y tus pantorrillas. Odio viajar en avión del lado del pasillo y de la ventanilla. Amo el color de tu voz, tono de eterna chiquilla. Odio que me agarre tos en aquel mismo avión, sin pastillas. Amo tu piel y tus dos manos sobre mis mejillas. Odio a Martínez de Hoz, odio las camisetas verdes y amarillas. Amo tu gusto y tu olor, adoro hacerte cosquillas. Odio que las hagas vos, sobretodo a traición en mis costillas. Amo a tus labios y los besos en una estampilla. Odio al que por vivir con billetera mayor pisotea y te humilla. Y adoro espiarte por el ojo de la mirilla. Odio a los bancos, los sellos, odio la inyección y las camillas. Amo con todo mi amor lo que apoyás en la silla. Odio con todo el dolor que haya chicos que hoy crecerán en la villa. Amo cuando sale el sol y te mojás en la orilla. Odio quemarme los hombros y mirarte desde la sombrilla. Amo que ames lo que soy, soy en tus manos arcilla. Odio que sobre el horror y que falte carbón cerca de la parrilla. Y te amo más que Colón a la Reina de Castilla. Odio al poder oficial que antes preguntar, te gatilla. Amo la tierra que dio fruto de nuestra semilla. Odio la guerra y a su ganador que al futuro le hace zancadilla. Y amo con toda pasión tus gritos en seguidilla. Odio que siga goteándome sin compasión esa canilla. Amo tus ojos que son dos esmeraldas que brillan. Odio que otro cantautor te lo explique mejor para mi pesadilla. Amo todo lo que sos, sos mi primer maravilla. Odio que a veces no estoy para decírtelo de rodillas.