Yo beso a una mujer y me da un código divino me da la vitamina y el etanol que me empino. Yo beso a una mujer y practicando el himeneo tengo aire acondicionado, promesas en vídeo. Demasiadas tareas para tener sirviente. Servicio a domicilio de agua caliente. Yo beso a una mujer y me da un código sonoro bailamos "Please don't go" en la disco del Comodoro. Y ella me premia siempre cuando hacemos el amor con Pizza Hawaiana de 5ta. y 42. Yo beso a una mujer y en su auto me lleva a La Marina. Y yo la amo, yo sé de lo que hablo. Yo tengo un pacto con Dios y con el Diablo. Y no torturo mis signos vitales con pajas intelectuales. Y yo la amo, yo sé lo que digo. Al cuerpo a cuerpo yo no tengo enemigos. Contra el espíritu y contra el consumo lanzo cortinas de humo. Yo beso a una mujer y ella me da sus credenciales y vivo pedaleando las lomas de Santo Suárez. Y mientras voy cargando cubos de agua rememoro que en casa de plomero no sirven los inodoros, que no la veo bien sin haber almorzado, que sólo sopla el viento y ya estoy damnificado. Yo beso a una mujer y ella me da la contraseña y vemos en blanco y negro la novela brasileña Destilamos alcohol en alambique improvisado y el Silvio no se entiende en ese radio maltratado. Yo beso a una mujer y en su bici me lleva a la playita.