La mujer que en la noche llegó no es un fruto de imaginación. Creo que la he besado y después de su beso y su amor me ha dejado. Pero un beso en medio del fragor deja un soplo de viento y balcón y un sabor como a incendio y no voy a escribir de ese beso un compendio. ¡Ay! Patrimonio de la Humanidad, a dónde va mi amor. No sé si fue tal vez muy lejos sin ti y no sabe volver y no sabe el camino de mí. ¡Ay! Patrimonio de la Humanidad, a dónde va mi amor. Creo en un frío aposento quedó esperando por ti por el aire que al fin te llevó. Y en la calle del sur te hablarán de otro loco que perdió su amor. Que anda pidiendo audiencias preguntando a todos por tu residencia. ¡Ay! Patrimonio de la Humanidad, si yo no sé de ti qué puedo hacer, dónde te puedo encontrar y en qué calle del tiempo impaciente te voy a esperar.