Píntame de malo y espérame en Wall Street que después de arruinar empresas yo te haré un regalo. Píntame de malo y déjame investigar a ver cómo le (...) el cuerpo al valor agregado. Y déjame decirte que mi amor es una especie de algoritmo con espacios reservados. Píntame de malo y déjame especular que cuando yo te dé la cifra te dará un orgasmo. Estoy parado ante el bedel que cuida el puente de papel el que te lleva del Congreso al Senado. Estoy parado ante tu juez el que va a lacerar mi piel en la odalía de mi lengua de trapo. Píntame de malo y déjame en Wall Street que si muevo mal (...) me da un infarto.