Ama su norte este buen hombre, suelo de gauchos con coraje, con tradiciones y leyendas que con honor llevo en mi sangre. Salta del Valle de Lerma, de esperar siempre a mi padre, un Aybal junto a la chacra y una Martina como madre. Quisiera ser niño otra vez, si en aquellos cerros yo soñaba de inocencia era ese sol, que como abrojito me abrazaba. Un caramelo de Anatolio, o en Chicoana trepado a un árbol, una alpargata con bigote y probarme un rato el zaino. Una yuta en San Antonio, in lugar, Campo Quijano, ser feliz sin pedir nada y estar siempre con Santiago. Quisiera ser niño otra vez, si en aquellos cerros yo soñaba de inocencia era ese sol, que como abrojito me abrazaba, que como abrojito me abrazaba. Quisiera ser