La noche ayuda a olvidarse de un amor. Viejas heridas se suavizan con alcohol. Una sonrisa, todo vuelve a empezar, Un giro nuevo y me olvido del reloj. La luna sólo fue testigo de ocasión, Junto a la acera una flor se marchitó. Sueño despierto, tus labios rozan mi piel, Bajo la guardia y me dejo acorralar. Una y mil veces volveré a empezar. Es la torpeza lo que nos une a ti y a mi. Niña antes de que me digas adiós, Haz que esta noche sea, siempre, la mejor.