Me acostumbraré a despertar Sin esperar noticias de ti Te conformarás con pensar Todos los días no se puede ser feliz Aunque en tus ojos intuya un tal vez No me confundo, ya sé que es un no Pero entonces no llores más por mí La felicidad que en ti siembro Otros labios la recogerán En cualquier recodo de tu cuerpo Donde yo no he podido estar Cuelgas de un signo de interrogación Del estribillo de alguna canción Que yo disparo para ti Toqué tu alma con mis dedos Decirte adiós, es el mayor De todos mis miedos Sé que aprenderé a vivir En la trinchera del desamor Cuando la noche me empuje hacia ti Y a tu abrazo no lo abrace yo Buscas salidas en tu callejón Tu silueta aún sigue en el colchón En la buhardilla de este piso de Madrid