Oscura noche que cobijas las frías tierras Viste sagrada de rojo carmesí Un corazón morirá Por salvar la esperanza de un pueblo Él mira al destino Y en la pureza de su mirar lleva la fuerza De mil almas que anhelan En un arrebato de valor Su grito elevo por redimir a los que Mueren en silencio No hubo demasiado que pensar Solo un deseo que consumar Aunque costara su vida El suelo de sangre se tiñó Y enmudecidos de vergüenza y dolor Lo miramos caer tan inertes como el Destellos sobre las sombras Que apagan la inocencia de nuestros mártires En lo profundo de sus miradas Se esconden tantas tragedias Se desvanece el tiempo Se desvanece su regreso Miro al cielo negro Desafiando lo incierto Llora en la oscuridad Por el joven rostro de la miseria Y mi alma se inunda De ardientes recuerdos Horas de amargo desconsuelo En el ocaso de los sueños