(Poema XV de "20 poemas de amor y una canción desesperada"(1924)) Me gustas cuando callas porque estás como ausente, Y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado Y parece que un beso te cerrara la boca. Como todas las cosas están llenas de mi alma Emerges de las cosas, llena del alma mía. Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, Y te pareces a la melancolía. Me gustas cuando callas y estás como distante. Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: Déjame que me calle con el silencio tuyo. Déjame que te hable también con tu silencio Claro como una lámpara, simple como un anillo. Eres como la noche, callada y constelada. Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. Me gustas cuando callas porque estás como ausente. Distante y dolorosa como si hubieras muerto. Una palabra entonces, una sonrisa bastan. Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.