(Soneto XXVII de "Cien sonetos de amor" - 1959) Desnuda eres tan simple como una de tus manos, Lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente, Tienes líneas de luna, caminos de manzana, Desnuda eres delgada como el trigo desnudo. Desnuda eres azul como la noche en Cuba, Tienes enredaderas y estrellas en el pelo, Desnuda eres enorme y amarilla Como el verano en una iglesia de oro. Desnuda eres pequeña como una de tus uñas, Curva, sutil, rosada hasta que nace el día Y te metes en el subterráneo del mundo Como en un largo túnel de trajes y trabajos: Tu claridad se apaga, se viste, se deshoja Y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.