El tiempo cambia el espacio Y el hombre no encuentra su alma, El tiempo le da dinero Y oscurece la mañana. ¿Qué pasó con el recuerdo, La ventana de la casa? ¿Alguien encuentra el amor En la tarde de una plaza? El guasca corre y se agita, También él tiene su llaga. La capital ha crecido, Tanto caminar por nada. Taparon la cordillera Qué pasó con la cañada. Sólo queda el organillo Que en ese bar se emborracha, Huyendo siempre del tiempo Que le aprisiona la espalda. El canto de amanecida Lo va cantando el obrero. A las cinco ha de partir Sin guantes y sin sombrero. Para repartirse el frío O la escarcha del invierno, En la tarde su vinito Y en la noche su desvelo. La máquina de metal Que el tiempo trae a su paso Se confunde con la niebla En una gigante mano Que tritura con su fuerza El cerro, el río y el árbol, Dorado sol de recuerdos, Lento memoria alejando. Buscando en el sur violento El relámpago y el rayo, ¡que me cubra el temporal O el viento sur desatado! Así tal vez purifique El agua de este pantano.