Así: piel contra piel, poro contra poro Dudo que esta flor pueda volver a marchitarse Sí, supongo que perdí la perspectiva con el tiempo No sé si fui yo quien se marchó o tú quien se quedó Y tal vez, cuando los cerezos florezcan en mi propio Macondo Negro y cautivo, pueda volver a buscarme en Las constelaciones de tu espalda
O en el centro del pecho, donde todos guardamos nuestro abismo Hincando las corneas Voy a hacer de tripas corazón con otra canción inofensiva A despertar, aprender a vivir entre la carne y el deseo Descansar, dejar la sangre correr Y apreciar lo efímero de las cosas