Y vamos al sol,
justo por debajo de las nubes naranjas,
debajo del cielo azul.
Por encima de las casas,
de la gente, montañas,
montañas de nada.
Y ya estábamos a punto de llegar;
casi, casi a la vuelta de la esquina.
Y vamos, también,
justo por delante del olvido,
rompiendo el sonido, dejándolo todo atrás.
Justo por tras los deseos
y los sueños, con ganas,
con ganas de más y más.
Y ya estábamos a punto de llegar;
casi, casi a la vuelta de la esquina.
La Vetamadre que lo parió,
estábamos tan, tan, tan cerca,
tan, tan cerca que, quizás, no lo pudimos ver.
La Vetamadre que lo parió,
estábamos tan, tan, tan cerca,
tan, tan cerca que, quizás, ya estábamos ahí.