Me miraba implacable negros ojos de cristal
robaría la pasión que tiene tras esa cara
sentado como una monja esperando al cardenal
que azote sus tiernas nalgas mientras da su bendición
Déjalo muñeca déjalo, déjalo muñeca déjalo,
déjalo muñeca déjalo, déjalo muñeca déjalo
Invitado a un banquete con el que no hay elección
placer lascivo
Puedo ser esclavo tuyo recoger esas migajas
que pretendes ocultar
Oírla solo susurrar satisfecho con mi suerte
no quiero que me despierte…
Déjalo muñeca déjalo, déjalo muñeca déjalo,
déjalo muñeca déjalo, déjalo…
Bajo la sombra me escondí bajo la sombra me desnudé
pero bajo la sombra ya no quedaba nada
Déjalo muñeca déjalo, déjalo muñeca déjalo,
déjalo muñeca déjalo, déjalo…