Cuerpo exterminado y solo
molido entre confusiones
todo sin esperanza
cavas tu tumba en pecado
temblando de frío y desgracia
en calles de asquerosas cicatrices
te liberas para no morir
Alcohólicos rituales
de miradas vidriosas
anuncian tu tristeza
como ofrenda al amanecer...
regresa al caos y desorden
al incierto olor del misterio
de excesos y difunta sabiduría
Abrazado al fuego y con dolor
tu alma se retuerce calcinada
quemados tus huesos insepultos
arde en las llamas...
Fallecer y llorar
por dentro hundido
en ríos sin nombre
sólo eres uno más
convertido en cenizas
arde en las llamas,
arde en las llamas,
de la purificación