Entre mi país y el tuyo,
hay una América entera/ bis.
Y su canto es el arrullo
de las palomas viajeras,
las que muy a pesar suyo
van volando por la tierra.
Entre mi país y el tuyo,
hay una América entera.
/Yo también eché a volar,
una mañana cualquiera/ bis.
Y anduve con las palomas
y aprendí tanta tristeza
de los que lejos del suelo
se van nutriendo de ausencias.
Yo también eché a volar,
una mañana cualquiera.
/Entre mi país y el tuyo,
hay una América entera/bis.
Que tiene gusto a guitarra
pulsada por mano buena
y enredada, en la garganta,
una copla sin fronteras.
Entre mi país y el tuyo,
hay una América entera.
/Yo vengo cantando, hermano,
desde una tierra lejana/ bis.
Donde tenemos abiertas,
de par en par, las ventanas
para que tu canto vuelva
mañana por la mañana.
Yo vengo cantando, hermano,
desde una tierra lejana.
/El adiós del que regresa
es un adiós de esperanza/ bis.
Y si me cierran la puerta,
ya me han crecido las alas
para volar por la tierra,
sin temor a la distancia.
El adiós del que regresa
es un adiós de esperanza.