Voy a contar una historia
que vive escondida detrás de una flor.
/Una canción a Isabel
que me quema, en la piel, cuando escucho su voz/ bis.
Voy a desatar el tiempo,
el nudo terrible, de lo que pasó.
/Y en una lágrima, sal, te la voy a buscar
para hacerla canción/ bis.
Eran los tiempos, distintos,
cuando la esperanza pintaba de sol.
/Los versos de la Violeta
que, paloma inquieta, cantaba mejor/ bis.
Isabel, Isabel, Isabel, se marchó.
/Sólo en el tiempo la brisa
nos trae la caricia
que aún tiene en la voz/ bis.
Isabel, Isabel, Isabel,
no volvió.
No la encontré cuando anduve
por esos caminos por donde ella va.
/No la encontré pero estuve
con alguien y supe de su caminar/ bis.
Con un hermano, de sangre,
bebimos, en vino, la vieja amistad.
/Luego seguimos rodando
y andando y penando nació este cantar/ bis.
Cuando mis hijos preguntan
por aquella niña de voz celestial.
/Y no encuentro una respuesta
me duele la vida, la flor y la sal.
Isabel, Isabel, Isabel, se marchó.
/Sólo en el tiempo la brisa
nos trae la caricia
que aún tiene en la voz/ bis.
Isabel, Isabel, Isabel,
ya volvió.