Recitado.
A Juanita la encontraron,
en un lugar de palomas,
fue allí que la conquistaron
para volar, por la noche,
con su cajita de plata,
con su tibieza de pobre,
ella vende la esperanza
de quien entiende de amores.
A Juanita la inventaron
en un lugar del planeta
donde la gente sonríe,
con risa graciosa y fresca.
Desde allí, donde aun el tiempo
se llama tiempo de dar,
Juanita vino, en el viento,
y me trajo este cantar.
Canto.
Y hay quien le dice, te compro,
y quien le dice que no,
y hay quien la va, con asombro,
hallando en esta canción.
Y hay quien le da, despacito,
seis monedas de perdón,
y ella, volando bajito,
se va sin decir adiós.
Recitado.
A mí me surte de sueños,
y me llena de nostalgia,
cuando, con sus ojos buenos,
me cuenta de la distancia.
Y sonríe, y me va dando,
en un cofre, muy pequeño,
veinte ilusiones, contando
los besos de quien más quiero.
Esta mujer, pequeñita,
que pasa ofreciendo amores,
lleva el silencio, de todos,
en su cajita de flores.
Y hay música, en sus palabras,
cuando pregunta ¿Hoy me quieren?
y se me escapa una lágrima
y dos lágrimas me duelen.
La noche trae secuelas
de alegría, risa y llanto,
y un hada, linda, que vuela
de mesa, en mesa, esperando.
Hoy les ofrezco, señores,
esta pequeña canción
que nació, un día, ordenando
las cosas del corazón.
Canto.
Y hay quien le dice, te compro,
y quien le dice que no,
y hay quien la va, con asombro,
hallando en esta canción.
Y hay quien le da, despacito,
seis monedas de perdón,
/y ella, volando bajito,
se va sin decir adiós/ bis.