Muy buenas noches señores
señoras y señoritas,
aquí vengo de visita
con mis deseos mejores.
P'a toos los auditores
aquí les vengo a cantar,
soy un cantor popular,
hermano de mis hermanos,
me dicen El Temucano
y no lo voy a negar.
Nací en la tierra bravía
donde el mapuche guerrero,
puso fin al tiempo fiero
cuando el español venía.
Por eso la sangre altiva,
de la raza, está en mi canto
y no me verán en llanto,
tampoco en lamentaciones
enredarme en mis canciones
si mi voz alzo y levanto.
Yo soy cantor porque sí,
y también soy porque no,
el don me lo entregó Dios
fue por eso que nací,
hoy día ando por aquí
cantando porque es mi gusto
del susto yo no me asusto
porque el susto conocí
el día cuando nací
a este mundo de disgusto.
Soy hijo de padre y madre,
soy amigo de mi hermano
tengo parientes lejanos
y como doce compadres.
Tengo perro que me ladre
y una mujer de respeto,
soy agüelo de mis nietos,
pero ante todo cantor,
por eso doy, con amor,
y no me ando con secretos.
Yo nací un mes de diciembre,
por allá por los cuarenta,
alguna gente me cuenta
que no tenía parientes,
mi padre no era influyente
dentro de la sociedá,
así que no di p'a más
que p'a un par de comentarios
de esas viejas que, en el barrio
no se les escapa n'a.
Mi padre era "practicante"
del hospital de Temuco
y más tarde ya, era el cuco,
con la jeringa delante.
De allí que me quedó el traste
too lleno de ojetillos
y, aunque me sacaron brillo,
dándome vigor postizo,
resulté más enfermizo
que gallina con moquillo.
Mi madre era enfermera
del hospital de que he hablao,
así es que siempre a su lao
tuvo el viejo, la manzana,
y aunque se hacía vida sana
y eran todos muy derechos
precipitaron los hechos
el tiempo joven y arisco
el viejo pegó el mordisco
y de allí nació este pecho.