Anoche, soñando, he visto a Dios llorando jamás lo olvidaré. /Y ahora que estoy despierto, aún me parece cierto, yo quiero contarle, al mundo, lo que soñé/ bis. Yo vi llorar a Dios y al preguntar por qué lloraba me contestó el Señor que por nosotros se apenaba, porque ya no seguimos
sus santos mandamientos y nuestros pensamientos se apartan de su amor. Me habló, con triste voz, de tanto niño abandonado, me dijo con dolor de tanto pueblo destrozado. /Por qué si lo queremos, y de Él necesitamos, por qué no terminamos de hacer llorar a Dios/ bis.