Anoche, soñando,
he visto a Dios llorando jamás lo olvidaré.
/Y ahora que estoy despierto, aún me parece cierto,
yo quiero contarle, al mundo, lo que soñé/ bis.
Yo vi llorar a Dios
y al preguntar por qué lloraba
me contestó el Señor
que por nosotros se apenaba,
porque ya no seguimos
sus santos mandamientos
y nuestros pensamientos
se apartan de su amor.
Me habló, con triste voz,
de tanto niño abandonado,
me dijo con dolor
de tanto pueblo destrozado.
/Por qué si lo queremos,
y de Él necesitamos,
por qué no terminamos
de hacer llorar a Dios/ bis.