Venga el asno, venga el asno,
venga el asno/ bis.
En tiempo de los apostoles,
los hombres eran muy barbaros
se subían a los arboles
y se comían a los pajaros.
Y en los tiempos de hoy en día
la verdad debe decirse,
no hay pajaros p'a comerse
ni arboles para subirse.
Venga el asno, venga el asno,
venga el asno.
/Pasando por Melipilla,
cruzando por Talagante/ bis,
me dijeron unas niñas
venga el
canario y te cante.
/Venga el asno, venga el asno,
venga el asno/ bis.
Y pasando por Rancagua,
pedaleando, en bicicleta,
me dijo una vieja fea,
venga el
diablo con chancletas.
Venga el asno, venga el asno,
venga el asno.