Por los caminos del viento pasa un hombre y su caballo, llevando, como un lamento, una tonada en los labios. Por lo caminos del viento por los sentires del hombre, una hoguera, allá a lo lejos me va cantando su nombre. Tenía fuego en los labios, tenía fuego en el cuerpo, María de mis agravios, María de mis tormentos. El sol brillaba en sus ojos, la luna andaba en su pelo. María de mis antojos, María de mis desvelos. Por los caminos del viento pasa un hombre y su caballo,
llevando, como un lamento, una tonada en los labios. Por lo caminos del viento, senderos del corazón, haciendo huella en el tiempo, pasa un hombre y su canción. Tenía fuego en los labios, tenía fuego en el cuerpo, María de mis agravios, María de mis tormentos. El sol brillaba en sus ojos, la luna andaba en su pelo. María de mis antojos, María de mis desvelos. Por lo caminos del viento, senderos del corazón, haciendo huella en el tiempo, pasa un hombre y su canción.