Las horas tristes, que mataban mi alegría, hoy tienen música de risa y de colores, porque se acerca el despertar de un nuevo día ya nuestros hijos vivirán tiempos mejores. Las horas tristes, que mataban mi alegría, se me han quedado olvidadas, en el tiempo, hay esperanza, en mi cantar, hay alegría y tú has llegado a ser la reina de este cuento.
Qué bonito es amar, cuando se quiere, qué bonito es amar. cuando se tiene una razón para luchar, una razón para vivir y la certeza de creer, en ti. Las horas tristes, que mataban mi alegría, ya no caminan por las calles de mi barrio, ya no golpean en tu puerta, que es la mía, hoy somos libres a vivir nuestro milagro.